Principalmente, los Entornos Virtuales de Aprendizaje son creados para promover nuevas modalidades de enseñanza basadas en la virtualidad o en modelos híbridos como el e-learning y el b-learning. Los EVA permiten que los procesos educativos trasciendan los límites del aula y la presencialidad para que los estudiantes puedan trabajar desde casa y desarrollen su autonomía en la búsqueda de un aprendizaje constructivista (Barráez, 2020). De igual forma, los EVA son utilizados para fomentar en los estudiantes el trabajo colaborativo, la comunicación, la responsabilidad y el compromiso con sus labores escolares.
Con respecto a la labor del docente la implementación de EVA permite que este adquiera un rol menos activo en el aula, pasando a convertirse en un orientador y facilitador en el proceso, con el objetivo de que sea el estudiante quien utilice las herramientas proporcionadas para construir su propio conocimiento (Pastor et al., 2018). En este sentido, esta transformación no implica menos trabajo por parte del docente, sino un cambio de perspectiva que implica que el docente deje de ser percibido como un simple trasmisor de conocimientos, y este explore nuevas y mejores metodologías a través de su ejercicio pedagógico.
En términos prácticos, un EVA posibilita el desarrollo de competencias tecnológicos por parte de sus usuarios. También, facilita el acceso a la información, la presentación de los contenidos curriculares, la ejecución de diferentes momentos de aprendizaje (introducción, formación, evaluación, retroalimentación), la creación de estrategias didácticas, la participación por parte de los estudiantes y la comunicación entre los involucrados.
Comentarios
Publicar un comentario